viernes, 5 de octubre de 2012

Antecedentes.


El Trabajo Social tiene sus raíces en tiempos muy remotos, la existencia de los pobres ha turbado siempre la conciencia de la humanidad, por lo que durante toda las historia de la sociedad han existido inquietudes e iniciativas dirigidas al mejoramiento de las condiciones del ser humano; aunque estas prácticas de ayuda estaban dirigidas a determinados sectores poblacionales y tenían una expresión ocasional, en la mayoría de los casos eran patrocinadas por instituciones poderosas como la Iglesia u religiones organizadas.  
Antiguamente, todas las formas de filantropía y de caridad (como las realizadas por personas sin formación pero con conciencia social) eran consideradas como un trabajo social. El principal objetivo de estas actividades era resolver los problemas inmediatos de los necesitados sin modificar sus causas.
Posteriormente, el gran volumen de estudios sociales realizados ha permitido analizar los desajustes sociales y económicos de la sociedad moderna y coordinar las actividades de los trabajadores o asistentes sociales en un esfuerzo por beneficiar al máximo a las personas necesitadas y a toda la comunidad.
Históricamente en relación con los orígenes del Trabajo Social, se aprecia cómo desde los primeros siglos de esta era aparecen preocupaciones e iniciativas dirigidas al mejoramiento de las condiciones del ser humano; pero las mismas tenían una expresión esporádica en contadas personas y patrocinadas por instituciones poderosas como la Iglesia, siempre encaminadas a sectores limitados de la población.


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